Sinceramente, ser
músico es una de las mejores cosas que jamás me podrán haber pasado. Es una
vida agridulce: llena de largas horas de intenso estudio del cual no siempre
salimos muy bien parados, pero también del amor al arte. Por esa eterna sonrisa
del niño interior que nos dice "Sí, lo estás haciendo bien", estos
son mis acordes, mi vida, mi todo yo. Gracias. ^^
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