Los amantes
debutantes empezaron a bailar ayer.
Van girando, preludiando la sinfonía del
hombre y la mujer.
Con sus rizos primerizos, la ternura les
tejió una red y un soneto que en secreto les lee Bécquer para abrevar su sed.
Y nada vale nada a su alrededor, creen que
inventaron el amor.
Guardan la llave del misterio a medias con
el adulterio.
Tierno alarde que en la tarde cobija el parque o la catedral.
Primaveras callejeras que anidan cuando anochece en un portal.
Despedidas a escondidas. El primer beso, el primer adiós.
Y vuelta a casa, donde pasan las horas lánguidamente en un rincón.
Susurran aquel nombre como una oración y se acurrucan en su habitación, para vestir el dulce anzuelo con un manto de terciopelo.
A mi juicio falta "oficio" y es por eso que, sin más ni más, se marchitan y a una cita
uno de los debutantes no vendrá.
Desconsuelo que el pañuelo de alguien que llega consolará.
Y la noria de la historia sigue, del fondo del pozo hasta el brocal.
Buscando terciopelo en la mirada y abrazarse contra la almohada, con un amor de contrabando pasas la vida debutando...
J. M. Serrat,
dedicado a J. =)
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