[…]
- Oye, te estoy ayudando, ¿vale? Hemos venido hasta aquí para averiguar más cosas de la muerte de tu padre, un asunto que a mí no me afecta lo más mínimo. Estoy haciendo todo esto por ti…
<<…para librarte de mí. >>, corrijo.
- ¿Y que diferencia hay? ¿No es lo que quieres tú también, marcharte por el túnel de luz?
<<Sí que hay una diferencia, pero eres demasiado egoísta y mezquino como para poder verla. No es lo mismo el motivo que el objetivo; puede que nuestros objetivos sean los mismos, pero tus motivos no son generosos, y eso es lo que me duele. Aunque sé que no puedo esperar otra cosa de un demonio. >>
- Cierto – asiente Angelo -. La generosidad, la bondad, la compasión y todas esas cosas cayeron del lado de los ángeles el día de la creación. Qué le vamos a hacer.
Sonrío a mi pesar.
<<Quizá vosotros fuisteis ángeles alguna vez, y lo hayáis olvidado. >>
[…]
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