Distorsionan nuestras mentes con tanto ruido,
convirtieron nuestras vidas en tan solo una competición. Ver la imagen de la
realidad, mil maneras de ver las cosas. Ser capaz de recapacitar. No es el
dinero, no es el poder, no es ser el primero: es lo que tu quieras. Vamos a
elegir donde están nuestras metas. Vamos a gritar lo aprendido hasta ahora.
¡Pruébalo, el mundo se acaba! ¿Qué más da lo que piensen de ti?
Perdimos el norte, pero nadie dijo que era la
única forma correcta de avanzar. No diremos nada que lo pueda joder. Esta noche
no existe nadie mas. No entienden de nada. Nosotros dos buscamos algo que todos
ignoran. Ella se niega a crecer. Dice que ha nacido solo para llevarle la
contraria a todo el mundo. Ha vivido entre mentiras, eso la ha hecho ser de
verdad. Sueña con el momento, de escapar. Prometo que algún día lo
logrará y ya todo será perfecto. Ella prefiere no hablar. El día que
lo haga, explotará todo el mundo. Piensa que todo el mundo se ha unido en su
contra, saborea sus segundos.
Nos conocimos de madrugada, arreglando el mundo
en un bar. Pasaron los años, llegó una gran amistad. Un día el ron
nos hizo perder el equilibrio y caer. Pasamos semanas sin salir desnudos.
Creímos en la película que inventamos sin quererlo. Se han cerrado
estas luces de ciudad. Llego esperando otra casualidad. Llamando a cualquier
lugar, en nuestra lengua universal. Sintiéndome enorme mirando al
cielo, llenándome de miedo a lo desconocido, viajando a la deriva en
este mar. Perdido en un grande de color azul.
Aitor Albella
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